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Si crees que tu bebé está cansado, puedes observar si sus llantos aumentan lentamente combinado con gruñidos y si se frota los ojos.
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¿Le duele algo? A menudo las señales de esto son un chillido agudo repentino, seguido por una larga exhalación y luego otro chillido.
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Revisa si se trata de un cólico. Observa chillidos regulares por la tarde o la noche que duren algunas horas. Su rostro se sonroja y lo arruga, y puede apretar los puños, retraer las rodillas hacia la pancita o arquear la espalda.
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¿Y si tu bebé está enojado? Lo más probable es que llore fuerte y su cara se ponga roja.
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Si se siente ignorado, puede hacértelo saber con una combinación de gritos y chillidos.
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Observa si hay señales de miedo. Quizá se quede inmóvil.
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Pregúntate si tiene hambre. Si es así, podría buscar el pezón o jugar con sus propios dedos, tu hombro e incluso tu nariz o tu barbilla y chuparlos. Para conocer más pistas de que tu bebé está hambriento o satisfecho, lee Las 9 fases de la alimentación.
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Recuerda que tu bebé está aprendiendo a hablar. Si balbucea con regularidad significa que tal vez sólo quiere platicar.
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Una vez que tu bebé aprenda a señalar, fíjate en sus acciones para.
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Si tu bebé esconde la cara detrás de sus manos puede ser una señal de que quiere jugar a las escondidas.
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Si tu bebé está contento, te premiará con una sonrisa angelical.
FUENTES:
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