Mi bebé tiene diarrea. ¿Qué hacer?
Si te preocupa el contenido del pañal de tu pequeño y has notado algún cambio en las heces o deposiciones de tu bebé, te recomendamos seguir leyendo. Muchos niños pequeños pasan por la desagradable e incómoda situación de padecer diarrea, un problema bastante común y generalmente sin razón para alarmarse. Aun así, debes saber las causas, cómo tratar el problema y cuándo llamar al profesional de la salud.
Es importante que sepas que existe una diferencia sutil entre los niños con heces blandas y niños con diarrea.
La diarrea es un problema muy frecuente dentro de la población infantil. Se define como el paso de heces inusualmente sueltas, líquidas o acuosas al menos 3 veces en menos de 24 horas mientras que, las heces sueltas son sólidas, pero no mantienen la forma. Los bebés amamantados, podrían presentar deposiciones “pastosas” por la composición única de la Leche Materna, pero esto no es diarrea.
Si bien es algo común, es importante prevenir y tratarla, ya que puede deshidratar a tu pequeño y en casos severos ser causa de hospitalización.
¿Qué pudo haber causado la diarrea?
Las principales causas de diarrea en lactantes y niños pequeños son las infecciones gastrointestinales como lo son las Infecciones por rotavirus y las bacterias e infecciones parasitarias.
Otras causas pueden ser:
- Medicamentos, particularmente antibióticos
- Alergias a los alimentos
- Deficiencia de enzimas digestivas, como la deficiencia de lactosa
¿Qué hacer si tu pequeño tiene diarrea?
- Mantén a tu pequeño en casa cuando se encuentre enfermo: las infecciones gastrointestinales son altamente contagiosas. Los bebés y los niños en guarderías tienen un riesgo 2-3 veces mayor de diarrea en comparación con los niños que se quedan en casa.
- Mantén tu casa y juguetes limpios: El rotavirus puede permanecer en el medio ambiente durante meses si no se desinfecta correctamente.
- Rehidratación con soluciones de rehidratación oral (solo y si lo indica un profesional de la salud o pediatra)
- Los probióticos apoyan la restauración de una flora intestinal saludable: Durante la diarrea hay un desequilibrio de los microorganismos buenos que se encuentran en el intestino llamado microbiota intestinal protectora, incluidos los Lactobacilos y Bifidobacterias, lo que resulta en un crecimiento excesivo de bacterias patógenas.
- Suplementación con cultivos probióticos saludables como L. reuteri: lo cual favorece la prevalencia de bacterias beneficiosas sobre bacterias patógenas y ayuda a los bebés a recuperarse más rápidamente de la diarrea.
Si bien este es un problema muy común, procura siempre hablar con tu pediatra o profesional de la salud sobre el tipo de tratamiento y alimentación apropiada cuando tu peque tenga diarrea u alguna otra incomodidad.
¿En qué momento acudir al doctor?
Como te comentamos previamente, la diarrea se caracteriza por heces sueltas, acuosas y líquidas. Los niños generalmente sienten la necesidad de evacuar con frecuencia durante el día y también pueden experimentar dolor abdominal y/o cólicos. Si la diarrea es causada por una infección, tu pequeño también podría tener náuseas y vómitos, algo de pérdida de peso, fiebre, no tener ganas de comer o beber nada y signos de deshidratación.
La deshidratación es una preocupación importante para cualquier persona, pero es una situación particularmente precaria en los niños pequeños. Pueden deshidratarse rápidamente por lo que debes estar atenta a estos signos de deshidratación si tu peque tiene diarrea:
- La deshidratación puede causar una orina de color oscura o escasa
- Vomita en cuanto se le da de comer o beber
- Evacua cada dos o tres horas
- Presenta deposiciones con sangre
- Está somnoliento e incluso no responde a las llamadas
- Tiene ojeras y la tez gris
- Pérdida de peso (cerca del 5%)
- Tiene mucha sed
- Llora sin hacer lágrimas.
- Tienen la boca o piel seca (sin elasticidad)
La diarrea puede también dañar la mucosa intestinal de los bebés, dañar las células epiteliales intestinales, contribuir a una absorción deficiente de nutrientes o incluso llevar a la intolerancia a la lactosa.
Algunos remedios caseros prácticos
Si tu bebé se deshidrata, no te preocupes. Todo volverá pronto a la normalidad. ¿Cómo conseguirlo? Sigue al pie de la letra los consejos del pediatra, en especial los siguientes:
- Rehidrata al bebé con suero. Los sobres, que pueden adquirirse en la farmacia, se diluyen fácilmente en agua mineral y, aparte de agua, le aportan al niño sales minerales y azúcar, que favorece la absorción del preparado y limita el riesgo de vómitos. Lo ideal es darle 5 ml cada 5 minutos, tan a menudo como sea posible. Si el bebé toma el pecho, continúa dándoselo después de esta rehidratación.
- El bebé empieza a comer como los grandes: da preferencia a alimentos como el arroz, las zanahorias cocinadas, la pasta o las frutas cocinadas (banano, manzana), que van bien contra la diarrea.
- Finalmente, lávate las manos muy a menudo y de manera sistemática después de cambiarle el pañal al bebé, ya que algunas diarreas son contagiosas y los padres deben estar fuertes para cuidar a su hijo.
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