Las necesidades nutricionales de los bebés varían de acuerdo a su edad. Si te preguntas ¿qué cantidad debe comer mi bebé durante cada etapa y cada cuánto debe hacerlo? No hay una respuesta exacta. Todos los bebés son distintos, por tanto, lo más importante es conocer a tu bebé y aprender a interpretar sus gestos para identificar sus necesidades.
De 0 a 6 meses de edad
Durante esta etapa, los recién nacidos sólo necesitan leche materna o la recomendada por el pediatra para satisfacer todas sus necesidades nutricionales; por tanto, debe ser lo único que consuman.
Un recién nacido que está siendo amamantado, entre 8 y 12 tomas al día; es decir, cada 2 o 4 horas.
Aquellos que por alguna circunstancia especial consumen otra leche recomendada por su pediatra, necesitan alimentarse de 6 a 8 veces al día y la ración durante estos meses debe ser de 2 a 5 onzas (60 a 150 ml) en cada comida.
La frecuencia de comidas se reducirá a medida que el bebé crezca, pero la cantidad aumentará conforme al tamaño y peso del niño. No olvides que tu bebé también debe ser alimentado durante la noche. Si no se despierta solito, debes hacerlo y alimentarlo con la misma frecuencia.
De 6 a 12 meses de edad
Tras el primer semestre, las necesidades nutricionales de tu bebé cambian y debes incluir alimentos sólidos. Poco a poco, el bebé comienza a sustituir la leche materna por otros alimentos como cereales, jugos, frutas y verduras. La leche materna o aquella recomendada por el pediatra de tu bebé tiene un rol complementario durante esta etapa. Alrededor de los 8 meses se deben incorporar alimentos que sean fuente de proteína tales como pollo y pescado.
Cuando tu bebé prueba un alimento por primera vez, controla las posibles intolerancias alimenticias y monitorea si algún alimento le produce diarrea, estreñimiento, fiebre o hinchazón.
De 12 a 24 meses de edad
A medida que aprenden a caminar, su consumo calórico debe aumentar; así como sus tiempos de comida. Se recomienda que los niños en esta etapa se alimenten 5 veces al día. Al añito, tu bebé se vuelve más activo y obtiene su energía a partir de carnes, frutas y verduras, panes, granos, y productos lácteos.
En esta etapa, la leche entera puede reemplazar la leche materna o la que haya recomendado el pediatra de tu bebé. Sin embargo, no se les debe suministrar leche baja en grasa, ya que necesitan las calorías adicionales para su desarrollo. Consulta antes a un profesional de la salud cuando pienses realizar este cambio.
Enséñale a comer una gran variedad de alimentos para a garantizar el consumo de vitaminas y minerales. A esta edad, los bebés imitan los buenos hábitos de sus papás. ¡Es hora de dar el ejemplo!
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