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Antes de comenzar, reúne todo lo que necesitarás en un solo lugar: cambiador, toalla limpia, pañal limpio, borlas de algodón, agua hervida tibia (para humedecer las borlas de algodón) o toallitas sin alcohol ni fragancia y crema protectora.
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Coloca la toalla sobre el cambiador, recuesta a tu bebé sobre la toalla.
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Si usas una mesa cambiadora, no pierdas de vista a tu bebé ni un segundo porque puede moverse mucho.
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Cantar o platicale a tu bebé. Esto ayudará a aliviarlo y calmarlo si está de malhumor.
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Desabrocha el pañal sucio.
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Limpia las pompas de tu bebé con las borlas con toallitas húmedas. A las niñas límpialas del frente hacia atrás, y a los niños de atrás hacia el frente.
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Seca las pompas de tu bebé con la toalla.
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Con una mano levanta suavemente las piernas de tu bebé y con la otra mano coloca el pañal limpio (con las pestañas en la parte trasera) bajo sus pompas.
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Aplica la crema protectora para evitar que las pompas de tu bebé se irriten.
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Dobla la parte frontal del pañal hasta la cintura del bebé y abrocha las pestañas que quedan a los lados.
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Lávate las manos e hidrátalas cada vez que cambies el pañal.
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