Afortunadamente, las caries son una condición fácilmente prevenible, con modificaciones en la dieta e higiene oral óptima en los niños.
Los carbohidratos provenientes de residuos de alimentos en la boca, pueden ser fermentados por acción bacteriana, causando la producción de ácidos y deteriorando el esmalte de los dientes.
Dependiendo de su composición nutricional, tiempo de exposición en la boca, forma de consumo, consistencia, capacidad para estimular producción de saliva, nivel de procesamiento y capacidad de separarse, los alimentos pueden presentar potencial cariogénico (miel, gaseosas, azúcar, papas tostadas) o anticariogénico.
Si bien, dicha clasificación no es absoluta, pueden utilizarse alimentos con potencial anticariogénico (leche, carnes, queso, huevo, algunos vegetales) en los tiempos de comida de los niños, cuando no existe una verdadera oportunidad para el lavado óptimo de dientes.
Algunos ejemplos de meriendas que no fomentan la formación de caries son:
Opción 1
• Ensalada fría de caracolitos con atún
• Trozos de naranja
Opción 2
• Manzana en gajos
• Cajita de leche baja en grasa
• Cubos de queso mozzarella
Opción 3
• Humus
• Palitos de zanahoria
• Fresas naturales
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